El Senado de EE. UU. se enfrenta a una votación crucial sobre el "Una Gran Hermosa Ley" del presidente Donald Trump, un extenso paquete de impuestos y gastos que es clave para su agenda de segundo mandato. Con un plazo que se acerca el 4 de julio de 2025, el destino del proyecto de ley plantea un clásico dilema para los republicanos: aprobarlo podría acarrear repercusiones económicas y un rechazo por parte de los votantes, mientras que rechazarlo podría provocar la ira de Trump y fracturar la unidad del partido, lo que amenaza con tener consecuencias electorales.
Si Se Aprueba: Costos Económicos y Políticos
El proyecto de ley, que incluye recortes fiscales de $4 billones, extiende las exenciones fiscales de Trump de 2017, elimina los incentivos para energías limpias y impone nuevas tarifas a los servicios de inmigración. También se asignan miles de millones para la seguridad fronteriza, incluyendo $46.5 billones para el muro fronterizo de Trump. Sin embargo, los expertos advierten sobre consecuencias severas:
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Pérdida de Empleos: La derogación de los créditos de energía limpia de la Ley de Reducción de la Inflación podría costar 830,000 empleos para 2030, particularmente en los sectores de solar, eólico y vehículos eléctricos. Estos recortes afectan más a los distritos con tendencia republicana, donde se encuentran la mayoría de las inversiones impulsadas por la IRA.
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Interrupción de la Innovación: Reducir los subsidios para energías renovables y vehículos eléctricos ahoga la innovación en industrias de rápido crecimiento. Esto podría debilitar la seguridad energética de EE. UU. y ceder el liderazgo global a competidores, como advierten senadores del GOP como Lisa Murkowski.
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Carga para los Contribuyentes: La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que el proyecto de ley añadirá entre $2.4 y $4 billones a la deuda nacional en una década, a pesar de los recortes a Medicaid y SNAP. Los mayores costos energéticos derivados de la eliminación de incentivos renovables podrían aumentar las facturas de los hogares en $230 anuales para 2035.
Estos resultados podrían alimentar el descontento de los votantes, especialmente entre los independientes y moderados, con encuestas que muestran un 59% en contra del proyecto. Senadores republicanos como Thom Tillis, que enfrentan reelecciones difíciles, temen represalias por los recortes a Medicaid que podrían quitar la cobertura a millones. Una mala respuesta pública podría costarle a los republicanos escaños en las elecciones intermedias de 2026.
Si No Se Aprueba: La Indignación de Trump y las Fracturas en el Partido
Si el Senado rechaza el proyecto de ley, corre el riesgo de alienar a Trump y su base conservadora. Con solo tres disidencias del GOP asequibles en la mayoría de 53 escaños, los que se resisten como Rand Paul, que se opone al aumento del techo de deuda de $4 billones, y Josh Hawley, crítico de los recortes a Medicaid, podrían descarrilar la votación.
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Reacción de Trump: Trump ya ha atacado a disidentes como Paul y Tillis en Truth Social, incluso amenazando con respaldar a retadores en primarias. Su base, energizada por promesas como la eliminación de impuestos sobre propinas u horas extras, podría ver el fracaso como una traición, debilitando la cohesión del GOP.
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Reacción Conservadora: Los republicanos más radicales, incluidos miembros de la Cámara como Chip Roy, exigen recortes de gastos más profundos y el fin de los subsidios del “nuevo estafa verde”. Un fracaso en el Senado podría alentar su retórica, enmarcando a los moderados como obstruccionistas de la agenda de Trump, dividiendo aún más al partido.
Este conflicto interno podría alejar a los votantes conservadores, arriesgando pérdidas para el GOP en futuras elecciones a medida que la base de Trump exige lealtad.
Un Escenario Sin Ganadores
Las disposiciones divisivas del proyecto de ley—recortes a Medicaid, disputas sobre la deducción SALT y retrocesos en energías limpias—aseguran que los senadores republicanos enfrenten una elección perdedora. Aprobarlo invita a la disrupción económica y al castigo de los votantes, mientras que bloquearlo desata la furia de Trump y fracturas en el partido, ambas amenazando con penalizaciones electorales en 2026 y 2028. Este dilema subraya el desafío del GOP para equilibrar la visión populista de Trump con las realidades fiscales y políticas.
Entonces, ¿cuál es la solución? No votar y tirar el proyecto a la basura murmurando a la prensa “Es demasiado grande, demasiado difícil”. Trump también se enojará, pero al menos habrá una segunda oportunidad.