
En una medida que podría redefinir las alianzas en Oriente Medio, Estados Unidos ha levantado la mayoría de las sanciones contra Siria mediante una reciente orden ejecutiva, aunque mantiene restricciones sobre el líder del régimen, Bashar al-Assad. Esta decisión refleja los esfuerzos por estabilizar la región y fomentar reformas tras la salida de Assad en 2024, marcando un posible cambio en la política estadounidense hacia la nación devastada por la guerra [4][5].
A partir de hoy, 2 de julio de 2025, Estados Unidos está oficialmente levantando las sanciones sobre Siria, un cambio de política significativo impulsado por los recientes desarrollos en el liderazgo del país. Según declaraciones de la Casa Blanca, este paso tiene como objetivo fomentar un cambio positivo y la rehabilitación económica bajo nuevas estructuras de gobernanza establecidas tras la destitución de Assad del poder el año pasado [1][2]. Como resultado, las empresas estadounidenses ahora pueden reanudar ciertas actividades comerciales e inversiones en Siria, una oportunidad celebrada por las corporaciones americanas que buscan entrar en un mercado post-sanciones. A pesar del levantamiento de sanciones, el gobierno de EE. UU. se mantiene cauteloso, conservando medidas específicas contra Assad mismo como una postura firme frente a las violaciones de derechos humanos pasadas. La administración destacó el compromiso continuo de monitorear el progreso de Siria y asegurar que continúe en un camino de reforma política.
Este equilibrio entre incentivos y presión busca fortalecer a las facciones moderadas dentro de Siria mientras aísla a los duros que siguen leales al antiguo régimen [1][2]. Las reacciones globales a este cambio de política varían. Los aliados de Medio Oriente han dado generalmente la bienvenida a la acción de EE. UU., viéndola como una oportunidad para reconstruir redes comerciales regionales y estabilizar Siria, un resultado crucial para los países vecinos que lidian con flujos de refugiados y amenazas a la seguridad.
Por otro lado, el Kremlin ha criticado las estrategias de sanciones occidentales, afirmando que estas medidas podrían repercutir económicamente en Europa, exacerbando las tensiones geopolíticas [3]. Los economistas predicen que el levantamiento de sanciones podría estimular la maltrecha economía de Siria, potencialmente atrayendo inversión extranjera y ayuda, lo que podría, a su vez, promover los esfuerzos de reconstrucción. Sin embargo, la comunidad internacional permanece atenta, entendiendo que el camino hacia la recuperación y la paz completas está lleno de desafíos. El éxito de esta maniobra diplomática depende de la colaboración sostenida de las entidades políticas sirias con los actores internacionales para construir un futuro libre de la sombra de los conflictos pasados [1][2].
Fuentes
- Donald Trump met fin aux sanctions visant la Syrie sauf pour Bachar Al-Assad (Le Monde, 2025-07-01)
- Trump signs executive order lifting sanctions on Syria (ABC News, 2025-06-30)
- Kremlin says Europe will feel the recoil from its 'illegal' sanctions on Russia (Yahoo Entertainment, 2025-06-29)