
La transición del histórico Upton Park al moderno London Stadium sigue siendo un punto de controversia entre los aficionados del West Ham United, con muchos expresando su decepción por la disminución de la atmósfera en los días de partido. Expertos en fútbol y aficionados por igual han señalado el marcado contraste entre la sensación íntima y tradicional de su antiguo hogar y el ambiente más corporativo de su actual recinto [1].
La atmósfera en el London Stadium ha sido descrita como "tan lejos como se puede estar de Upton Park", según el principal escritor de fútbol Phil McNulty, quien abordó las crecientes preocupaciones sobre el impacto del estadio en la experiencia de los aficionados. La moderna instalación, aunque ofrece mejores comodidades y mayor capacidad, ha luchado por recrear la intensa atmósfera que hizo de Upton Park uno de los lugares más intimidantes del fútbol inglés para los equipos visitantes.
El desafío de mantener la cultura futbolística tradicional en los estadios modernos se ha convertido en un tema recurrente en el fútbol europeo. La situación del West Ham refleja transiciones similares experimentadas por otros clubes que se han trasladado de terrenos históricos a instalaciones más nuevas, donde la mayor distancia entre los aficionados y el campo ha afectado la experiencia general en el día del partido.
Los grupos de aficionados han expresado constantemente sus preocupaciones sobre el diseño y la disposición del estadio, que sienten ha creado una desconexión entre los seguidores y los jugadores. La arquitectura en forma de cuenco, aunque proporciona mejores líneas de visión y comodidad, carece de las gradas comprimidas y verticales que ayudaron a generar la famosa atmósfera en Upton Park.
A pesar de estos desafíos, los funcionarios del club sostienen que el traslado al London Stadium era necesario para el crecimiento a largo plazo y la sostenibilidad financiera del West Ham. Sin embargo, el debate en curso destaca el delicado equilibrio que los clubes deben mantener entre la modernización y la preservación de la auténtica cultura futbolística que ha definido el fútbol inglés durante generaciones.