
A medida que la industria de las telecomunicaciones avanza en la implementación de redes 5G a nivel mundial, la atención se centra cada vez más en el desarrollo de la tecnología 6G, con operaciones comerciales que se esperan iniciar para 2030 [1]. Los expertos del sector están subrayando la importancia de aprender de los desafíos que ha presentado la implementación del 5G para garantizar una transición más fluida hacia la próxima generación de tecnología inalámbrica.
El sector de las telecomunicaciones está cambiando su enfoque, pasando de una competencia puramente tecnológica a centrarse en la implementación práctica y las preocupaciones de seguridad para las redes 6G. Los líderes de la industria están subrayando especialmente la necesidad de una mejor coordinación y estandarización desde las etapas iniciales del proceso de desarrollo [1]. Este cambio estratégico responde a varios desafíos enfrentados durante la implementación del 5G, incluyendo problemas de despliegue de infraestructura y preocupaciones de seguridad.
Los expertos en seguridad ya están delineando los requisitos para lo que ellos llaman una "red confiable inteligente" (ITN) para 6G, la cual será crucial ya que se espera que esta tecnología soporte aplicaciones más críticas que sus predecesoras. Con los estándares oficiales de 6G programados para ser anunciados a finales de 2029 [2], los actores de la industria están trabajando para establecer marcos de seguridad sólidos mucho antes del lanzamiento comercial.
Se espera que el desarrollo de la tecnología 6G permita avances sin precedentes en áreas como las comunicaciones holográficas, los gemelos digitales y la realidad extendida. Sin embargo, los expertos de la industria enfatizan la importancia de abordar las posibles vulnerabilidades de seguridad desde las primeras etapas del ciclo de desarrollo para prevenir problemas que podrían afectar la adopción masiva de la tecnología [2].
La transición de 5G a 6G se anticipa como más compleja que los cambios generacionales anteriores en la tecnología inalámbrica, en gran medida debido a la mayor integración de la inteligencia artificial y la necesidad de medidas de seguridad más sofisticadas. Los líderes de la industria están abogando por un enfoque colaborativo para garantizar que la tecnología pueda desplegarse de manera efectiva, manteniendo estándares de seguridad robustos [1].