
En un momento revolucionario para el entretenimiento de la lucha libre profesional, Stephanie Vaquer se proclamó campeona de la WWE Femenina en Wrestlepalooza, marcando un hito significativo en su carrera y sumando otro capítulo a la evolución de la lucha femenina [1]. Esta victoria se produce tras una gran expectativa y cambios de última hora en la alineación del evento.
El camino hacia el campeonato de Vaquer no fue fácil, ya que los responsables de la WWE habían planeado inicialmente una configuración diferente para el combate por el título. A inicios de la semana, se había previsto un combate de triple amenaza entre Tiffany Stratton, Nia Jax y Jade Cargill [2].
El cambio en la cartelera resultó ser afortunado para Vaquer, quien aprovechó la oportunidad en el momento preciso. Su victoria marca un nuevo rumbo para la división femenina, que ha ido ganando protagonismo en los últimos años.
El triunfo en el campeonato provocó reacciones inmediatas en el mundo de la lucha libre, siendo la competidora Naomi una de las primeras en comentar sobre el resultado [1].
El éxito del evento y la victoria de Vaquer refuerzan el compromiso de la WWE por impulsar la lucha libre femenina, continuando con los esfuerzos de la empresa para destacar el talento femenino en posiciones de evento principal.