
La propuesta de Marruecos para resolver el prolongado conflicto del Sahara Occidental ha recibido un respaldo internacional sin precedentes, lo que podría marcar un punto de inflexión en uno de los conflictos territoriales más duraderos de África. El Rey Mohammed VI destacó recientemente el creciente apoyo global hacia el plan de autonomía de Marruecos y manifestó su disposición para abordar las tensiones regionales, especialmente con el vecino Argelia [1].
El Reino Unido se ha posicionado como la última gran potencia en respaldar la propuesta de autonomía de Marruecos para el Sahara Occidental, con el Secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, haciendo una declaración diplomática significativa durante su visita a Rabat. Este movimiento se alinea con una tendencia más amplia de apoyo internacional a la postura de Marruecos sobre este territorio en disputa [2].
El reciente discurso del Rey Mohammed VI subrayó el compromiso de Marruecos de encontrar una solución pacífica a las tensiones regionales. El monarca destacó específicamente la disposición de su país para trabajar en la resolución de los temas pendientes con Argelia, sugiriendo un posible avance en las relaciones diplomáticas entre las dos naciones norteafricanas [1].
El plan de autonomía para el Sahara Occidental propone un importante autogobierno para la región, manteniéndola bajo la soberanía marroquí. Este enfoque ha ganado apoyo entre los observadores internacionales como una solución práctica a un conflicto que lleva décadas obstaculizando la cooperación y el desarrollo regional.
El creciente consenso internacional en torno a la propuesta de Marruecos representa un cambio en el panorama diplomático, allanando el camino para una resolución de una de las disputas territoriales más largas de África. Esta alineación de perspectivas internacionales podría crear nuevas oportunidades para la estabilidad y la cooperación en el norte de África.