
La Unión Europea está a punto de imponer otra multa antimonopolio a Google, centrándose en las prácticas de tecnología publicitaria del gigante tecnológico. Esta nueva acción regulatoria sigue la tendencia de la UE de examinar de cerca a las principales plataformas tecnológicas, aunque las fuentes indican que la sanción será relativamente moderada en comparación con multas anteriores [1].
La próxima multa representa otro capítulo en los esfuerzos continuos de la UE por regular a los gigantes tecnológicos, después de la significativa sanción de 2.42 mil millones de euros impuesta a Google en 2017 por favorecer su propio servicio de comparación de precios [1]. La última investigación se centra específicamente en las prácticas publicitarias de Google, reflejando el enfoque persistente de la UE en mantener una competencia justa en los mercados digitales.
El momento de esta acción llega en medio de un aumento de tensiones entre la UE y EE. UU. respecto a la implementación de políticas digitales. Funcionarios estadounidenses han expresado una creciente impaciencia con el enfoque de la UE sobre la regulación digital, lo que podría complicar la cooperación internacional más amplia en la supervisión tecnológica [2].
Esta acción de cumplimiento se alinea con la estrategia más amplia de implementación de la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la UE, que busca crear un mercado digital más regulado y justo. El marco regulatorio sigue evolucionando mientras las autoridades trabajan para equilibrar la innovación con las preocupaciones sobre la competencia.
El caso pone de manifiesto la creciente complejidad de la regulación tecnológica global, ya que diferentes jurisdicciones desarrollan sus propios enfoques de supervisión. Mientras la UE mantiene su posición como una fuerza líder en la regulación tecnológica, la naturaleza modesta de la multa esperada sugiere un enfoque de cumplimiento potencialmente más medido.