
Las tensiones han aumentado en Bosnia y Herzegovina después de que Milorad Dodik, presidente de la entidad de la Republika Srpska, anunciara planes para un referéndum, tras la decisión de la Comisión Electoral Central de despojarlo de su mandato [1]. Este último acontecimiento representa una escalada significativa en la crisis política que atraviesa la compleja estructura federal del país.
El anuncio de un referéndum representa un desafío directo a las autoridades centrales de Bosnia y ha generado inquietudes sobre una posible mayor desestabilización en la región. Dodik, quien ha defendido durante mucho tiempo una mayor autonomía para la Republika Srpska, parece estar aprovechando este momento para ganar apoyo para su agenda separatista.
La situación en Bosnia refleja desafíos globales más amplios en torno a la autonomía regional y la autodeterminación. La Republika Srpska, una de las dos entidades principales que conforman Bosnia y Herzegovina, ha estado presionando constantemente por una mayor independencia del gobierno central desde el final de la guerra de 1992-1995.
Mientras tanto, en el estado nororiental de Nagaland en India, han surgido tensiones similares sobre la autonomía regional. El gobierno estatal ha expresado su frustración por haber estado "en la oscuridad durante años" respecto a las negociaciones entre el gobierno central y los grupos que buscan autonomía para seis distritos del este [2].
Taiwán ha adoptado un enfoque diferente para mantener su autonomía de facto, centrándose en fortalecer sus capacidades defensivas a través del desarrollo de su industria de drones. El sector de tecnología militar-civil de la isla ha experimentado un crecimiento significativo, demostrando cómo el desarrollo económico puede estar vinculado a los esfuerzos de autonomía [3].