
A pesar de los desafíos políticos, la inversión en criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG) sigue demostrando su relevancia en los mercados financieros globales. Las principales instituciones financieras y corporaciones están reforzando su compromiso con prácticas sostenibles, con desarrollos destacados en Asia y mercados internacionales que evidencian la resiliencia de las inversiones ESG [1].
RBC BlueBay ha reafirmado que los criterios ESG siguen siendo "extremadamente importantes" para los inversores, incluso después de enfrentar más de tres años de oposición liderada por los republicanos a la inversión en medio ambiente, sociedad y gobernanza. Esta postura de una de las principales firmas de gestión de inversiones del mundo resalta la relevancia continua de los principios ESG en las decisiones de inversión [1].
En Asia, grandes corporaciones están adoptando iniciativas ESG con enfoques innovadores. Lotte Group ha anunciado una asociación estratégica con Naver para colaborar en inteligencia artificial, compras, marketing e iniciativas ESG, mostrando cómo las empresas tradicionales están integrando la sostenibilidad en sus esfuerzos de transformación digital [2]. De manera similar, Taiwan Cement Corporation ha lanzado un robot lector impulsado por inteligencia artificial para ayudar a los inversores y a las instituciones de investigación a comprender mejor sus informes sobre sostenibilidad y transición justa [3].
S-Oil ha tomado medidas para construir una cadena de suministro sostenible al organizar seminarios de compras para empresas asociadas, con más de 500 socios comerciales asistiendo a sesiones en Seúl y Ulsan. Esta iniciativa destaca la creciente importancia de las consideraciones ESG en la gestión de la cadena de suministro [4].
En Europa, Hungría ha desarrollado uno de los marcos ESG más estables a nivel de la UE, ayudando a las empresas locales a navegar por las complejidades de los informes ESG mientras se adaptan a las cambiantes regulaciones de la UE. Este desarrollo muestra cómo los marcos regulatorios están evolucionando para apoyar prácticas empresariales sostenibles [5].