
La Estación Espacial Internacional, un esfuerzo conjunto de NASA, Roscosmos, ESA, JAXA y CSA, sigue siendo un centro de investigación científica. Las misiones recientes se han centrado en estudiar los efectos de los viajes espaciales a largo plazo en el cuerpo humano, un aspecto crucial para futuras misiones en el espacio profundo. La ISS también sirve como un banco de pruebas para tecnologías que podrían ser utilizadas en misiones a la Luna y Marte. La estación espacial Tiangong de China, actualmente en construcción, ya ha albergado varias misiones.
La más reciente, Shenzhou-12, vio a tres astronautas pasar 90 días a bordo, realizando paseos espaciales y experimentos científicos. La estación espacial de China representa un paso significativo en el ambicioso programa espacial del país. Mientras tanto, las empresas espaciales comerciales están planeando sus propias estaciones espaciales. Axiom Space, por ejemplo, tiene planes de lanzar un módulo comercial a la ISS en 2024, que eventualmente formará una estación espacial independiente.
Esto representa una nueva era de comercialización de la órbita baja terrestre. Estos desarrollos subrayan la importancia de las estaciones espaciales en el avance de nuestro conocimiento del universo. A medida que seguimos empujando los límites de la exploración humana, estos laboratorios en órbita sin duda desempeñarán un papel central.