Chapter 4 – Decoys and Deceptions

Rafi Nguyen sigue una pista hacia un supuesto escondite que podría contener las respuestas al sabotaje. Al llegar a las coordenadas señaladas, descubre un señuelo sofisticado, diseñado meticulosamente para despistar a los investigadores. La trampa es un engaño, completa con falsos rastros de datos y pistas engañosas. Mientras examina el señuelo, Rafi se da cuenta de que los saboteadores siempre están un paso adelante, anticipándose a sus movimientos. Esta revelación lo obliga a reevaluar sus suposiciones sobre la conspiración. Mientras tanto, la tormenta fuera del túnel bajo el hielo se intensifica, y Rafi detecta movimiento en las sombras, lo que indica que el peligro se acerca. Ahora debe navegar por esta situación peligrosa, sabiendo que lo están vigilando y que cada decisión podría acercarlo más a la verdad o hundirlo más en la trampa.
Rafi Nguyen avanzaba con dificultad por la helada extensión, su traje EVA luchando contra los implacables vientos cargados de metano de Titán. Las coordenadas que había descifrado de la memoria fragmentada del Tekker lo llevaron a una zona apartada cerca del borde del Puerto Kraken Mare. Allí, escondida entre las formaciones de hielo afiladas, se encontraba una escotilla poco llamativa. Su diseño era elegante y minimalista, típico de la artesanía Tekker, pero mostraba las inconfundibles señales de un uso reciente.
Con una mirada cautelosa a su alrededor, Rafi activó el anulación manual de la escotilla, su nano-piel interfiriendo sin problemas con el panel de control. La escotilla susurró al abrirse, revelando un túnel estrecho que descendía hacia la oscuridad. Mientras navegaba por el pasaje, las paredes comenzaron a pulsar con un tenue resplandor bioluminiscente, guiándolo más adentro de la estructura laberíntica. Al final del túnel había una pequeña cámara, en cuyo centro se encontraba una consola rebosante de unidades de datos.
El corazón de Rafi se aceleró; este era el almacén que había estado buscando. Sin embargo, al acercarse, sus instintos le gritaron que tuviera cuidado. La disposición era demasiado perfecta, demasiado atractiva. Inició un escaneo, y los resultados fueron inmediatos y devastadores.
Las unidades estaban cargadas de datos falsos, bucles intrincados diseñados para atrapar y desviar. No era un tesoro de respuestas, sino un señuelo, una trampa astuta establecida por los saboteadores para confundir cualquier búsqueda. La mente de Rafi corría a mil por hora. Los saboteadores anticipaban cada uno de sus movimientos, tejiendo una red de engaños que amenazaba con atraparlo en cada esquina.
Se dio cuenta de que había subestimado la sofisticación de su operación. Era momento de reevaluar su estrategia, de cuestionar cada suposición que había hecho. Mientras reflexionaba sobre su siguiente movimiento, la tormenta afuera del túnel se intensificó, sus vientos aullando de manera ominosa a través del pasaje subterráneo. Los sensores de su traje detectaron movimiento en las sombras, sutiles cambios que sugerían que no estaba solo.
Ajustó su agarre en su pistola de pulso, con los sentidos en alerta máxima. Quien estuviera ahí fuera había hecho grandes esfuerzos para proteger sus secretos, y no dudarían en eliminar cualquier amenaza. Rafi sabía que caminaba por la cuerda floja, donde cada decisión podría desentrañar la conspiración o llevarlo más lejos en la trampa. Con la tormenta rugiendo arriba y el peligro acercándose, Rafi se preparó para los desafíos que tenía por delante.
Tenía que encontrar una manera de superar a sus adversarios invisibles, de volver sus propias trampas contra ellos. Las apuestas nunca habían sido tan altas, y el fracaso no era una opción.