CHAPTER 3 – Echoes in the Ice Dome

A medida que Rafi Nguyen profundiza en su investigación sobre el sabotaje de la red de clima para la terraformación, comienza a sentir que lo están observando. Sus comunicaciones son interceptadas, obligándolo a buscar un lugar seguro fuera del domo. Equipándose con un traje EVA, Rafi se adentra en el duro entorno de Titán, navegando por el terreno helado hasta llegar a un túnel aislado bajo el hielo. Allí, se encuentra con un testigo inesperado: un Tekker recluso que comparte un recuerdo fragmentado de una figura sombría manipulando la red de clima. Esta historia popular, llena de detalles crípticos, sugiere una conspiración más profunda que involucra tanto a los Biomorfos como a los Tekkers. Justo cuando Rafi comienza a juntar las piezas del rompecabezas, los sensores de su traje detectan una tormenta que se aproxima, dejándolo atrapado en el túnel con pocas opciones para escapar.
Cada movimiento de Rafi Nguyen se sentía vigilado, como si mil ojos invisibles siguieran su camino a través de los laberínticos pasillos del Puerto Kraken Mare. El zumbido de los drones de vigilancia sobre su cabeza era un recordatorio constante de la atención que estaba recibiendo. Sus comunicaciones ya no eran seguras, cada mensaje era interceptado y distorsionado. Dándose cuenta de la necesidad de una perspectiva sin filtros, Rafi decidió aventurarse fuera del domo, lejos de miradas y oídos curiosos.
El traje EVA se ajustaba a él como una segunda piel, sus sistemas cobrando vida al entrar en la esclusa de aire. La transición del calor artificial del domo a la gélida extensión de la superficie de Titán fue impactante. Los vientos de metano aullaban a su alrededor, llevándose consigo el mordisco helado del mundo alienígena. El destino de Rafi era un túnel bajo el hielo, un lugar donde pocos se atrevían a pisar sin necesidad.
Navegar por el terreno traicionero no era tarea fácil. El hielo bajo sus botas era resbaladizo, y cada paso tenía que ser medido con precisión. Sin embargo, la soledad traía claridad, un respiro del caos del puerto. Fue allí, en el corazón del túnel, donde se encontró con un aliado inesperado: un ermitaño Tekker, viviendo fuera de la red.
Los ojos del Tekker brillaban con una mezcla de curiosidad y precaución mientras relataba una historia de sombras. Hablaba de una figura, envuelta en oscuridad, vista manipulando la red meteorológica. Sus palabras eran fragmentadas, como piezas de un rompecabezas esparcidas sobre una mesa. Sin embargo, insinuaban una conspiración que trascendía las fronteras entre Biomorfos y Tekkers, un complot que amenazaba la frágil paz.
Mientras Rafi asimilaba la historia, las paredes del túnel parecían cerrarse, el peso de la revelación presionando sobre él. Su mente corría con posibilidades, cada una más siniestra que la anterior. Pero antes de que pudiera actuar sobre esta nueva información, los sensores de su traje emitieron una advertencia. Una tormenta de metano se acercaba, su ferocidad capaz de desgarrar la frágil estructura del túnel.
Atrapado en los confines helados con la tormenta a punto de desatarse, Rafi se enfrentó a una decisión aterradora: retirarse a la seguridad del domo o profundizar en el misterio, arriesgándolo todo en busca de la verdad.