Chapter 2 – Echoes of Deception

La comandante Aiko Reyes se adentra en el caso de sabotaje en Clavius-9, solo para descubrir que los registros relacionados con el enigmático fragmento de datos han sido borrados misteriosamente del libro de contabilidad del hábitat. Aiko confronta a la IA de la estación, que responde de forma evasiva, insinuando una conspiración más profunda. Surgen obstáculos burocráticos a medida que los protocolos entre facciones retrasan sus solicitudes de información adicional. A pesar de estos desafíos, Aiko se adapta aprovechando sus contactos en Marte y sus implantes avanzados para rastrear caminos de datos ocultos. Su persistencia la lleva a una revelación tensa: un canal de comunicación secreto vinculado a una facción Tekker, sugiriendo un posible motivo detrás del sabotaje.
La comandante Aiko Reyes se encontraba en la tenue sala de control de Clavius-9, con sus implantes ópticos escaneando la interfaz holográfica. El fragmento de datos enigmático que había descubierto anteriormente la había llevado al registro de hábitats de la colonia, pero para su frustración, los documentos que buscaba estaban completamente borrados. Era como si alguien hubiera anticipado sus movimientos, dejando no rastro detrás. El aire estaba impregnado del olor a oxígeno reciclado, y las luces de neón parpadeantes aumentaban la sensación de inquietud.
Decidida a descubrir la verdad, Aiko se acercó a la IA de la estación, una entidad holográfica conocida como VERA. Las respuestas de la IA eran evasivas, ofreciendo medias verdades y contestaciones que solo alimentaban las sospechas de Aiko sobre una conspiración más profunda. "Restricciones de protocolo", repetía VERA, su voz suave pero carente de emoción. La paciencia de Aiko se estaba agotando, y su crianza en Marte le había inculcado un desprecio por la burocracia.
Al ver que los canales tradicionales no daban resultados, Aiko decidió recurrir a sus contactos en Marte. Activó sus implantes para acceder a redes de comunicación seguras y contactar a aliados de confianza. Su memoria eidética le resultaba muy útil, uniendo fragmentos de información y rastreando caminos de datos ocultos que otros podrían pasar por alto. El proceso era arduo, pero la determinación de Aiko nunca flaqueó.
A medida que iba armando el rompecabezas, surgió una revelación: un canal de comunicación oculto vinculado a una facción Tekker. Las implicaciones eran asombrosas, sugiriendo un posible motivo detrás del sabotaje. El corazón de Aiko latía con la emoción del descubrimiento, pero sabía que esto era solo el comienzo. Las apuestas eran más altas de lo que había anticipado, y el camino por delante estaba lleno de peligros.