CHAPTER 3 - A New Clue in the Moonlit Forest

La búsqueda de Barbra Dender en Alghero llega a un punto muerto mientras lucha por descifrar el antiguo símbolo. Sintiendo la necesidad de despejar su mente, decide tomarse un descanso y explorar la naturaleza que la rodea. Vestida con una chaqueta de mezclilla floral y sus fieles zapatillas Asics, se adentra en el bosque iluminado por la luna. Mientras pasea por el paisaje sereno, descubre inesperadamente un camino oculto. Intrigada, Barbra sigue la senda, que la lleva a un claro apartado donde encuentra un artefacto antiguo parcialmente enterrado en la tierra. Esta nueva pista reaviva su determinación, ofreciéndole una nueva pista en su búsqueda por desvelar los secretos de la isla.
Barbra Dender se encontraba al borde de la antigua ruina, sus ojos siguiendo el símbolo críptico grabado en la piedra desgastada. Las pistas del historiador la habían llevado hasta aquí, pero el misterio seguía siendo esquivo. La frustración la consumía, y se dio cuenta de que había agotado todas las pistas en las bulliciosas calles de Alghero. Era hora de cambiar de aires, de despejar la mente y, quizás, encontrar inspiración en otro lugar.
Regresó a su habitación de hotel, se quitó los jeans ajustados y la camiseta de tirantes, optando en su lugar por unos cómodos leggings y una chaqueta de mezclilla con flores. Sus zapatillas Asics eran perfectas para dar un paseo por la naturaleza. Barbra siempre había encontrado consuelo al aire libre, donde el aire era fresco y los sonidos de la civilización se desvanecían en el fondo. Esa noche, la luna estaba baja, proyectando un resplandor plateado sobre el paisaje.
El bosque cerca de Alghero era un lugar de tranquilidad, un marcado contraste con los laberintos de calles de la ciudad. A medida que Barbra se adentraba en el bosque, el susurro de las hojas y los lejanos ululares de los búhos la envolvían en un capullo de calma. El sendero bajo sus pies estaba bien transitado, pero había un aire de misterio en el lugar, como si guardara secretos esperando ser descubiertos. Mientras caminaba, los pensamientos de Barbra regresaban al símbolo.
Parecía hablar de una historia olvidada, un relato enterrado bajo capas de tiempo. Estaba decidida a desentrañarlo, a arrojar luz sobre las sombras del pasado. Pero por ahora, se permitió simplemente ser, inhalar el aire fresco de la noche y dejar que el bosque hiciera su magia. De repente, algo llamó su atención: un leve destello en la maleza.
La curiosidad se encendió en su interior, y se desvió del camino para investigar. A medida que apartaba el follaje, descubrió un sendero estrecho, apenas visible a la luz de la luna. Su corazón se aceleró de emoción. Esta era exactamente la clase de giro inesperado que la llenaba de energía.
Barbra siguió el camino oculto, sus sentidos agudizados por la emoción del descubrimiento. El sendero serpenteaba entre los árboles, llevándola a un claro aislado bañado por la luz lunar. En el centro, se erguía un antiguo altar de piedra, parcialmente cubierto de musgo y tierra. Arrodillándose a su lado, apartó la suciedad para revelar un artefacto: un pequeño amuleto intrincadamente tallado.
El amuleto era diferente a todo lo que había visto antes, su diseño resonaba con el símbolo de la ruina. La mente de Barbra zumbaba con posibilidades. ¿Era esta una pieza del rompecabezas que había estado buscando? Sus dedos recorrían los patrones, sintiendo el peso de la historia en sus manos.
Mientras examinaba el artefacto, una sensación de claridad la envolvió. Esta era una nueva pista, una conexión tangible con el misterio que había estado desenredando. El callejón sin salida que había enfrentado anteriormente ahora parecía un recuerdo lejano, reemplazado por la promesa de un descubrimiento. El corazón de Barbra se llenó de determinación.
Sabía que estaba al borde de algo significativo, una revelación que podría cambiarlo todo. El bosque le había dado un regalo, una oportunidad para continuar su búsqueda con renovado vigor. Con el amuleto guardado con seguridad en su bolsillo, Barbra hizo su camino de regreso al hotel, su mente zumbando con planes y posibilidades. La noche aún estaba lejos de terminar, y estaba ansiosa por profundizar en el enigma que la esperaba.
Mientras caminaba, la luz de la luna guiaba su camino, iluminando el sendero hacia adelante. ¿Qué secretos guardaba el amuleto? ¿Y cómo la llevaría a la verdad que buscaba? Barbra sabía que tenía que averiguarlo, incluso si eso significaba enfrentarse a las sombras del pasado.
La aventura apenas comenzaba, y estaba lista para enfrentar lo que viniera.