CHAPTER 1 - The Enigma of the Roman Relic

Barbra Dender llega a Roma, ansiosa por descubrir las maravillas ocultas de la ciudad. Se aloja en un acogedor apartamento con vistas a las bulliciosas calles, cautivada por la vida vibrante que la rodea. Mientras pasea por una parte menos conocida de la ciudad, tropieza con un antiguo artefacto en una pequeña tienda de antigüedades. Las respuestas evasivas del dueño de la tienda despiertan su curiosidad, y se decide a desenterrar los secretos de la reliquia. Su primera pista proviene de una misteriosa inscripción en el artefacto, que insinúa un fragmento olvidado de la historia romana.
Barbra Dender bajó del avión y se sintió envuelta en el cálido abrazo del sol romano, su corazón palpitando de anticipación. Finalmente estaba en la Ciudad Eterna, un lugar lleno de historia y misterio. Su alojamiento temporal era un encantador apartamento ubicado en un barrio pintoresco, con un balcón que ofrecía una vista de las bulliciosas calles de abajo. El aire estaba impregnado del aroma de pan recién horneado y el zumbido lejano de una ciudad viva con historias que esperan ser contadas.
Con ganas de explorar, Barbra se puso su par de jeans ajustados favoritos y una chaqueta de mezclilla floral, y salió a descubrir los tesoros menos conocidos de Roma. Paseó por estrechas calles empedradas, sus pasos resonando contra muros antiguos. La ciudad era un tapiz de lo viejo y lo nuevo, con modernos cafés escondidos entre edificios centenarios. Cada esquina parecía susurrar secretos del pasado, encendiendo la insaciable curiosidad de Barbra.
Su viaje la llevó a una pequeña tienda de antigüedades, tenue y alejada de los caminos turísticos principales. La tienda estaba atestada de reliquias de épocas pasadas, cada objeto un testigo silencioso de la historia. Mientras Barbra revisaba la colección, sus ojos se posaron en un peculiar artefacto: una pequeña tableta de piedra intrincadamente tallada. Era algo que nunca había visto, su superficie grabada con símbolos que parecían vibrar con una energía ancestral.
El propietario de la tienda, un anciano con ojos tan agudos como los de un halcón, la observaba atentamente. Las preguntas de Barbra sobre el artefacto fueron recibidas con respuestas vagas y evasivas, lo que solo avivó su deseo de aprender más. Sintió que la reliquia guardaba una historia que el dueño de la tienda se mostraba reacio a compartir, una historia que había estado enterrada durante siglos. Decidida a desentrañar el misterio, Barbra compró el artefacto y regresó a su apartamento.
Pasó horas examinando la tableta, trazando los símbolos con sus yemas de los dedos. Su corazón latía con fuerza al descubrir una débil inscripción a lo largo del borde, escrita en latín. Con la ayuda de una aplicación de traducción, descifró las palabras: 'Custodios de lo Olvidado.'
La inscripción insinuaba una sociedad secreta, guardianes de un conocimiento perdido en el tiempo. La mente de Barbra corría llena de posibilidades.
¿Qué estaba protegiendo esta sociedad y por qué el artefacto había llegado a sus manos? Sabía que había tropezado con algo significativo, algo que podría cambiar la forma en que se entendía la historia. A medida que el sol se sumergía en el horizonte, proyectando un resplandor dorado sobre la ciudad, Barbra tomó una decisión. Seguiría el rastro de los 'Custodios de lo Olvidado', dondequiera que pudiera llevarla.
Su viaje apenas había comenzado, y estaba decidida a descubrir la verdad detrás de la enigmática reliquia. La primera pista había sido encontrada, pero el camino por delante estaba envuelto en misterio. ¿Qué secretos yacían ocultos bajo las piedras antiguas de Roma, esperando ser descubiertos?